Al entrar en clase, nos había dejado Moli una sorpresa. Un volcán, pequeño, pero un volcán traído desde Nueva Zelanda.
Lo primero que teníamos que saber era como es un volcán, y para eso utilizamos a nuestro gran amigo el ordenador.
Ahora que ya sabíamos algo más; decidimos ver como estaba nuestro volcán. Está dormido, está frío.
Las tutoras animamos a a los alumnos y alumnas a tocar el interior: "si alguno se atreve que meta la mano en el cráter sin quemarse, porque si está dormido no hay lava y no es peligroso"
La verdad que es bonito a sí dormido, pero nos intrigaba saber que pasaría cuando se despertara y entrara en erupción: "Pues entre todos vamos a despertarlo, así es que a mover la tierra. Vamos a dar patadas muy fuertes en el suelo".
Ya se está despertando, ahora tenemos que introducir por el cráter los componentes del magma.
Unas pompas subterráneas
Un poco del líquido del magma.
Algo de tierra volcánica
Aquí está la lava, ahora otra vez un poco de movimiento como el de antes, varias sacudidas con los pies,… y el volcán despertará.
Mira, mira ya empieza a salir…¡Qué miedo!!
Como es un volcán mágico no quema la lava, ni hay explosiones, pero es un experimento fantástico, ver como sube la lava y se desliza por la ladera del volcán.
Sin darnos cuenta, todo había acabado y el volcán se había vuelto a dormir, pero lo vamos a tener en clase, de ahora en adelante trataremos de no hacer mucho ruido ni movernos mucho para que no vuelva a despertar.
También sabemos que cerca de los volcanes aparecen unas fuentes naturales que se llaman Geiser, son de agua caliente.
Géiser de Pohutu en Te Puia
¡Qué de cosas vamos a aprender junto a Moli!
