En 1941, desde la cárcel de Alicante, Miguel Hernández escribe e ilustra para su hijo, Dos cuentos para Manolillo (para cuando sepa leer). Aquí nos encontramos el cuento de El potro Obscuro que siempre llevaba los niños y las niñas a la Gran Ciudad del Sueño.
Así este curso, al igual que el niño y la niña del cuento, queremos iniciar nuestra andadura digital de la mano de la fantasía esperando vivir por el camino nuevas aventuras y encontrarnos placenteros compañeros de viaje.
¡¡Biebvenidos!!
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